Llegó la tan ansiada época de cerezas!!!, que como las de las fresas se nos hace tan cortita, y por esos nos empeñamos en tenerlas bien presentes en nuestra cocina para poder ofrecerlas a cualquier instante en multitud de formas. Personalmente, la forma que más me gusta, desde luego sin menospreciar el resto, es la natural, esa gracia que tienen las cerezas de saber cada una como le da la gana, las lavas, les quitas el rabito y oh la lá!!!, esta sabe un poquito más acida que la anterior!!, pero qué dulce sabe la siguiente, me encanta esa curiosa paleta de sensaciones en tan sólo un simple platito de cerezas.
Y como no, en este bandón de frutas, son las protagonistas.
Deshuesadas una a una con paciencia y cariño, acompañan a unas buenas rodajas de kiwi verde y banana, debajo, dos capas de hojaldre, la primera con crema de cabello de ángel a la canela y piñones tostados al horno; la segunda con crema pastelera y vainilla natural, sobre la que están repartidas las frutas. Para protegerlas de la oxidación, llevan una cobertura para tartas con base de zumo de limón y coronando la tarta una deliciosa rejilla de cobertura de chocolate para postres que le da ese toque ñam, ñam!!!
A disfrutar !!!